¿Cómo germinar semillas de marihuana?

Vamos a empezar poco a poco el tutorial del cultivo de nuestra amiga María. Hoy toca lo más sencillo, germinar.

Las semillas son el resultado de la reproducción sexual entre una planta macho y una planta hembra.
Las semillas de cannabis son muy resistentes y pueden durar muchos años si las mantenemos en unas buenas condiciones de almacén. Yo las tengo en el frigorífico guardadas en las cajitas de los carretes (te las regalan en las tiendas de revelado).

Sólo van a necesitar agua, calor y aire para germinar. Tiene que ser en AUSENCIA DE LUZ. A una temperatura entre 21-30º van a tardar en germinar de 1 a 10 días.

Cuando la semilla germina, va a salir al exterior una pequeña raicilla blanca llamada radícula. También van a  empujar los cotiledones que son las 2 hojitas iniciales que le salen a la planta.

Este es un buen ejemplo del color que debe poseer una semilla que esté bien formada y en buen estado. Elegiremos las mejores para poner a germinar.

MATERIAL:


- 2 platos: pueden ser de plastico.
- Servilletas de papel.
- Agua.
- Calor (opcional).

Pues manos a la obra ¿no?:
- Coged un plato y sobre el fondo colocar una servilleta.
- Mojar con agua la servilleta.

- Cubrir con otra servilleta. Podemos inclinar el plato un poco para eliminar el exceso de agua.
- Usar el otro plato para cubrir la zona de germinación y así mantener la humedad necesaria para que crezcan.
- Opcional: Puedes usar el router de tu conexión a internet para aportarle un calor extra a tus amigas y que así crezcan rápidamente.

Este aparato va a darnos un clima muy óptimo para el germinado. Nos va a servir de fuente de calor que acelerará el proceso de germinación de nuestras queridas amigas.

El tiempo en el que tardan en asomar las radículas es pequeño, en unas 24h se puede empezar a apreciar algo. Hay que esperar hasta que estén más o menos como las de la foto para plantarlas.

OJO! Estas raicillas son muy frágiles por lo que hay que tener cuidado al plantarlas ya que podemos romperlas o dañarlas.

Una vez germinado vamos a pasarlo a tierra. Enterraremos la raicilla haciendo un pequeño agujero e intentaremos dejar la cabeza de la semilla asomando un poco por fuera.